MODERNA BUENOS AIRES

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La Porteña Residence y La Porteña II son dos edificios de vivienda ubicados uno perpendicularmente al otro, frente a El Porteño Building. Se ubican en la misma manzana que los edificios Centro Empresarial Puerto y Río Plaza, y repiten su modo de implantarse, sobre los bordes de los lotes, encerrando así entre los cuatro un jardín en el centro de la manzana. Ambos edificios, que mantienen una forma y proporciones muy similares, completan el llamado Art District de Faena y se integran a El Porteño Building a través de repetir los materiales que lo caracterizan, especialmente el ladrillo a la vista. También tienen en común con aquel edificio, parte del diseño del equipamiento a cargo del diseñador Philippe Starck. Los dos volúmenes cuentan con 52 unidades cada uno, siendo los de La Porteña II de dos, tres y cuatro ambientes que van desde 115 a 194 m2, entre los que se encuentran los dúplex con terraza privada en el último piso y pileta climatizada. 

El edificio La Porteña Residence se desarrolla en planta baja, subsuelo y 8 pisos, de los cuales los dos últimos están retirados del frente y se diferencian del resto del volumen por la terminación exterior de los muros. Desde la calle se observan los tres lados rectos (frente y laterales) que componen una caja de ladrillo a la vista perforada modularmente por los vanos de las ventanas y de los balcones, estos últimos contenidos dentro de la impronta del edificio. A esto se le agrega el tratamiento de los muros que presentan molduras y salientes que copian las pilastras del edificio reciclado que alberga a El Porteño Building ubicado justo enfrente, lo que da como resultado una imagen análoga. En el eje central de la fachada hacia la calle, el plano de ladrillo se retira para dar lugar a un vacío atravesado por una columna de sección circular. Este vacío, que conforma una franja vertical diferencial en el frente genera el acceso de doble altura; y en los pisos superiores se corresponde con balcones contenidos por parapetos metálicos que recomponen el plano de fachada y que hacen referencia a una estética industrial propia de la arquitectura que originalmente formaba parte del antiguo puerto. El lado que mira hacia el contrafrente se curva levemente hacia el centro de la manzana. Por su parte, la Porteña II cuenta con planta baja, subsuelo y 9 pisos, con retiros de los últimos dos generando un escalonamiento. En la resolución de fachada se junta la intención de dialogar con su mencionado homónimo vecino a través del uso del ladrillo como material protagónico, con operaciones propias de un diseño más contemporáneo características de muchos de edificios de la zona. De esta manera, desde la calle también se percibe un volumen con tres caras rectas de ladrillo a la vista y vanos de diferentes tamaños, y tres franjas de balcones alargados, curvados hacia el frente, que sobresalen del plano de ladrillo, con faldones de hormigón pintado y contenciones de vidrio. Al igual que el anterior, hacia el contrafrente también presenta una curvatura.