MODERNA BUENOS AIRES

un programa

La composición es dinámica, tiende a una indeterminación de efectos; llenos y vacíos, luz y oscuridad, curvas y líneas quebradas; sugieren una dilatación progresiva del espacio. La búsqueda de lo móvil y lo ilusorio hace que las masas nunca permitan una visión privilegiada, frontal, definida, sino que induzcan al observador a cambiar de posición continuamente para ver la obra bajo aspectos siempre nuevos, como en continua mutación.
Se ha partido del respeto activo por la preservación de los árboles, acompañándolos, los edificios se inclinaron, se retiraron, se curvaron, se replegaron para recibirlos y enmarcarlos.
La silueta construida está pensada en simultáneo con los vacíos. 
La Escuela se construyó en etapas. La fragmentación del programa en las partes que componen sus edificios le da al conjunto un carácter eminentemente urbano. 
Estos edificios se vinculan entre sí por la calle arbolada de acceso que desemboca en el patio-plaza.  
La relación entre el adentro y el afuera es difusa y los edificios se conectan por puentes y escaleras, abiertos y cerrados. 
La cesión de dos palmeras a la vereda genera un umbral, entrar y salir de la Escuela es un acontecimiento.

Material provisto por el estudio