04.11.2024
31.10.2016
La Nación | La historia del edificio de Obras Públicas, un gigante que cumple 80 años
Un recorrido por el emblemático edificio, que hoy tiene las figuras de Evita como marca más reconocible. Por Diego Igal.
La ubicación estratégica lo convertiría, de haber métricas, en uno de los edificios porteños más vistos. Es de las pocas construcciones sobre la avenida 9 de julio, pero la única con numeración (el 1925). Se trata de la actual sede de los Ministerios de Salud y de Desarrollo Social, que por estos días cumple 80 años de inaugurado; casi un siglo en el que cosechó momentos variados que reivindican la declaración de Monumento Histórico Nacional que recibió en 2002.
Un recorrido podría empezar por el perímetro o la planta baja, pero también en el segundo piso, donde está la pared de piedra dolomita con las señas talladas de los "padres" de esta mole de 96 metros inaugurada en 1936. Coronados por la sigla M.O.P, correspondiente al Ministerio de Obras Públicas, en esa medianera aparecen los nombres del presidente Agustín Justo; de los ministros del gabinete (por ejemplo el de Hacienda, Federico Pinedo, abuelo del actual senador homónimo) y de Obras Públicas, Manuel Alvarado, y también de José Hortal, director de Arquitectura de la cartera. A ambos costados de la pared hay dos figuras dibujadas que firma el escultor italiano Troiano Troiani, protagonista involuntario de una leyenda alrededor del lugar.
Un recorrido podría empezar por el perímetro o la planta baja, pero también en el segundo piso, donde está la pared de piedra dolomita con las señas talladas de los "padres" de esta mole de 96 metros inaugurada en 1936. Coronados por la sigla M.O.P, correspondiente al Ministerio de Obras Públicas, en esa medianera aparecen los nombres del presidente Agustín Justo; de los ministros del gabinete (por ejemplo el de Hacienda, Federico Pinedo, abuelo del actual senador homónimo) y de Obras Públicas, Manuel Alvarado, y también de José Hortal, director de Arquitectura de la cartera. A ambos costados de la pared hay dos figuras dibujadas que firma el escultor italiano Troiano Troiani, protagonista involuntario de una leyenda alrededor del lugar.
Los trabajos para levantar este exponente de arquitectura racionalista -diseñado por Belgrano Alberto Blanco, concretado por la constructora de José Scarpinelli (que dejó la firma en hierro sobre uno de los frentes) y con la dirección del ingeniero Marcelo Martínez de Hoz- tuvieron idas y vueltas y recién empezarían en noviembre de 1934, pero para mayo de 1935 ya estaba en pie la estructura de 7.400 metros cúbicos de hormigón armado provisto por una empresa que aún hoy está en el mercado. Fue el primer rascacielos financiado por el Estado, que ese mismo 1936 de inauguración tuvo como competidores al Kavanagh -terminado ese año, pero en enero-, y el Obelisco -en mayo-. El Empire State neoyorquino, construido entre 1930 y 1931, parece haber desatado una moda global de construir hacia arriba.
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Fuente: La Nación