MODERNA BUENOS AIRES

un programa

El ingeniero Alberto Morea se asoció con el Arq. Francés Paul Pater materializando innumerables obras, entre 1927 y 1949. Su sobrino, Luis Morea una vez graduado en 1945 integra el estudio Pater - Morea entre los años 1946-1949, y realizan una cantidad importante de obras, tanto en Buenos Aires como en el interior del país. Su obra se desarrolla tanto en el ámbito urbanístico y de planeamiento, así como en el de la vivienda y en el área escolar y deportiva.

El estudio Morea-Morea realizo una serie importante de obras, entre ellas: Edificio de propiedad. Horizontal. - Añazco 71; Edificio de propiedad. Horizontal. - Araoz 2989; Edificio de propiedad. Horizontal. – Talcahuano 957 (1957); Teatro Coliseo – M. T. de Alvear 1111 (1961); Prototipos para estaciones de servicio ASTRA (1970-1973).

Sobre el contexto histórico, el Arq. Daniel Fernández rememora: "Pablo Pater y Alberto Morea nos muestran cómo es posible salir de la academia y entrar en ese nuevo mundo, manteniendo el rigor y la creatividad. Argentina era en ese tiempo (~1930) un país en un período de enorme expansión, que se refleja nada más observar la “invasión” del país por parte del Automóvil Club Argentino, el significado social del Hogar Obrero, o el edificio de laboratorios de YPF en la avenida Calchaquí. Pablo Pater significa tender un puente de 100 años entre Luis Dubois, Pablo Nenot, Eugenio Gantner y Alberto y Luis Morea. Cien años de arquitectura en la Argentina desde el Beaux Arts hasta la llegada al racionalismo alemán de su última época con los Morea. Quizás sea ésta una de las enseñanzas de Pablo Pater, la comprensión de que el valor patrimonial de la arquitectura se extiende en el tiempo tomando diferentes formas. En su encuentro con Alberto Morea (eran parientes políticos) primero hacen en conjunto un ejercicio académico en el Palacio de Gobierno de Mendoza, y después , con humildad, deja que éste lo sumerja en el mundo moderno, donde desarrollan, en conjunto y posteriormente con Luis Morea, edificios notables".

Respecto de la trascendencia de su obra, Fernández recuerda: "Hay dos lugares en Buenos Aires que recomiendo visiten: La Plazoleta Carlos Pellegrini, que nos permite asombrarnos con los 25 años pasados entre el edificio Ortiz Basualdo y la esquina (impecable) de Avda. Alvear y Libertad. De 1912 a 1937. Una similar resolución de esquina, con el acceso por la ochava. El mismo criterio de eje de simetría. La misma rigurosidad y severidad. Se despojan entonces ambos de las ornamentaciones y llegan a líneas claras y ambientaciones notables, además de mantener los criterios del basamento, el desarrollo y el coronamiento. El otro lugar es Riobamba entre Juncal y Arenales, donde encuentro el Cameru en la esquina (observen el diseño de las barandas de los balcones) y a la mitad de cuadra (Riobamba 1250) un hermano un poco menor del de Alvear y Libertad. Muy interesantes son los ojos de buey, ya utilizados muchas veces por Pablo Pater pero que ahora toman un carácter más marino. En el caso de Riobamba 1250, la ejecución es perfecta en la planta baja, con un trabajo del mármol que es difícil dejar de admirar. La misma y sutil curva de fachada, que ya se hizo presente en el Ortíz Basualdo y en el Dreyfuss, se puede ver en estos dos edificios, casi imperceptible pero existente, sobre todo en Rio Bamba 1250 (párese al lado del ojo de buey y levante la vista hasta el último piso, va a ver la curva casi desdibujada). En otros edificios ellos modifican el inútil “balcón francés” para incorporar al balcón un hundimiento de la fachada que añade un nuevo espacio a la vivienda, espacio que permite llevar equipamiento y usarlo en un clima tan benigno como el de Buenos Aires. Y los huecos en fachada que aparecen en Alvear 1446, en Balcarce 260, en Juncal 1855 y en Piedras 540 aquí se transforman en el doble receso de la fachada desde la línea municipal y la separación de ambos ejes medianeros. Riobamba 1250 termina de sintetizar el pensamiento de Pablo Pater. Hay dos espacios interiores interesantes, los vestíbulos de Avda. Alvear y Libertad y Riobamba 1250. Resumen el nivel de diseño de Pablo Pater y Alberto Morea en los artefactos de iluminación, los cielorrasos de yeso, las carpinterías y la espacialidad. Pater ha sabido vivir en sus tiempos, y con mucho entusiasmo fue entendiendo los nuevos conceptos, acompañado por Alberto Morea, para entrar en un racionalismo perfecto. No todos los egresados de la Academia tuvieron la capacidad de saber reconocer el momento y el contexto en que estaban. De hecho en la actualidad hay muchos que siguen manteniendo como único valor el producido por esa escuela, molduras, mansardas, ornamentaciones y pintoresquismo".