Nuevo Banco Holandés Unido
1937
Comercial
AUTORES
- Arq. e Ing. Antonio Ubaldo Vilar
- Arq. e Ing. F. Meyer
MEMORIA
"El Banco Holandés Unido, dando una nota de espíritu progresista y de aprecio hacia nuestra Capital, ha erigido su nuevo edificio en el mismo terreno donde existía su antigua sede; destinando toda la nueva construcción para sus oficinas y dependencias, con excepción de los locales que, en el 3er. Piso, ocupa el Consulado de los Países Bajos y la Cámara de Comercio Holandesa.
El proyecto de los Ings. Y Arqs. Antonio U. Vilar y F. Meyer ha tropezado con la poca superficie del terreno agravada por el martillo entrante que existe opuesto a la ochava, lo que ha obligado a ubicar en 3 plantas las operaciones bancarias que tienen contacto con el público, si bien la del 1er. sótano se habría requerido en todo caso, pues se destina en parte a inmigrantes (sección extranjeros) que tienen en esta sección una especie de hogar donde reciben y emiten correspondencia y donde se les proporcionan informes útiles de variada índole. Un requisito de esta sección es la entrada independiente desde la calle.
Consta el edificio de 1º y 2º sótanos, 3 pisos altos con dependencias sobre azotea y un entresuelo parcial comprendido en los 7,50 metros de altura que tiene la planta baja.
La entrada principal en la ochava resulta axiomática dada la forma del terreno, sus dimensiones y la angostura y poca importancia de ambas calles. Esta entrada queda, por las mismas razones, en el eje del gran salón de público y se resuelve a la vez la falsa escuadra de la esquina que se hubiera acusado de manera inconveniente en el caso de un salón rectangular sobre uno de los frentes.
Las columnas centrales forman un rombo atravesado sobre dicho eje y mediante el cual se resuelve la unión de los cuadriculados en las columnas internas de ambos costados. En este rombo se han procurado luces máximas para evitar columnas innecesarias y esto sugirió un sistema independiente en las columnas de la fachada teniendo en cuenta razones de distribución de las plantas superiores y consiguiendo pórticos impares sobre cada frente.
La falta de terreno obligó a la construcción del ya mencionado entresuelo para ciertas oficinas que, no estando en la planta baja, deben quedar muy próximas y aún permitir un control directo sobre el salón del Banco, tales como la Gerencia y Secretaría.
La arquitectura del edificio ha respetado fundamentalmente la estructura, por lo que dominan las superficies y líneas rectas, pero con el objeto de introducir líneas curvas que neutralicen un dominio exagerado de las rectas, se ha buscado la solución del balcón o frente del entresuelo que mira al salón mediante una gran curva central y 2 curvas inversas extremas que empalman con los pilares de la fachada produciendo un ambiente principal simétrico con 3 grandes aberturas sobre cada calle y consiguiéndose el control o visibilidad desde las oficinas altas mediante cristales curvos estirados sin que desde abajo se vean los interiores de dichas oficinas para no alterar la tranquilidad y armonía de las superficies buscadas.
La planta baja se destina a las operaciones de cuentas corrientes, caja de ahorro y descuentos. Sobre 25 de Mayo y contra la medianera se ha ubicado la entrada para los distintos pisos, entrada principal, y entrada auxiliar del Banco. El 1er. vestíbulo comunica con el salón principal, habiendo en la abertura que los vincula una reja corrediza de barrotes de bronce y un gran cristal que llega al cielo raso. Contra la medianera de Bartolomé Mitre hay una escalera que comunica esta planta baja con la Sección Inmigrantes del 1er. sótano y cuya sección tiene acceso desde la calle aprovechando el desnivel de Bartolomé Mitre y mediante una escalinata de pocos escalones.
Esta sección extranjera que funciona como un banco casi independiente, tiene también una planta simétrica con un eje diagonal a su entrada acusado por la escalinata y con cuya solución se atenúa o resuelve la existencia de una columna en medio del espacio de público.
En el primer piso se ha ubicado la sección destinada a giros, cambios, cobranzas exterior, cables, etc., es decir operaciones sobre el extranjero y constituye también un verdadero local de Banco Independiente, con el espacio de público interior, definido por las 6 columnas centrales que forman el rombo mencionado.
En el primer sótano se han ubicado los tesoros: el de cajas de seguridad y el privado del Banco. Frente a este último la sección títulos.
Estos tesoros con sus anexos y dependencias responden a las consignas más recientes en la materia. Están dentro de un solo block flotante con un pasaje de ronda que mediante combinaciones de espejos y de luces permite un control instantáneo sobre todo el contorno del block. El tesoro de las cajas de seguridad está interiormente revestido en acero niquel bruñido y los muros y losas son de hormigón con armaduras de “Tang-Bar Chubb”.
En el 2º sótano se han ubicado los archivos del Banco, máquinas, dependencias del personal, etc., etc., y en los pisos superiores la Sala de Reuniones (2º piso), Asuntos Legales, Informes, Contaduría, etc. En el 3er. piso la oficina de correspondencia del banco, el Consulado de los Países Bajos y la Cámara de Comercio Holandesa. Y en la azotea el departamento del mayordomo.
Sería larga una descripción detallada del edificio que por otra parte creemos se aprecia en las plantas y fotos adjuntas.
Una característica interesante dentro de la sobriedad con que se ha encarado la obra, es el revestimiento de travertino italiano que, como un leit-motiv, se ha empleado en todo el exterior del edificio y en todos los muros y pisos exteriores de los locales importantes, con un prolijo estudio para despertar las vetas del material, en armonía con la composición arquitectónica, obteniéndose una alta nota de unidad, elegancia y dignidad para todo el edificio.
Merece también mención el aprovechamiento de la luz natural, la eliminación de dinteles en los ventanales que llegan hasta el cielo-raso, la transparencia de todo el edificio respondiendo a la moderna consigna de que el Banco se incorpore a la calle sin el antiguo prejuicio de que todos quieren asaltarlo; porque la verdad es que no hay nada que robar en los bancos. Los valores del público y los propios del banco están permanentemente protegidos en los tesoros que son prácticamente invulnerables y el “banco abierto” condice con la función social y de progreso útil, franca y bien intencionada que están instituciones están llamadas a llenar."
Extractado de: Nuestra Arquitectura, no. 98, sep. 1937.
Bibliografía
- Nuestra Arquitectura, no. 98, sep. 1937.