Bar El Taller
1984
Comercial
MEMORIA
Esta obrita busca asumir las múltiples realidades de Palermo viejo, su estancamiento, su actual transformación y su escala, tanto física como social. Se ubica en el centro natural del barrio, que es la placita de Honduras y Serrano. Se presenta exteriormente como un edificio que, surgiendo de la obvia continuidad con las fachadas laterales que lo enmarcan, entra en pleno diálogo con el vacío de la placita que lo enfrenta, incorporándola interior del local.
Interior que se conforma a partir de la sumatoria de volúmenes geométricos simples, resultantes de adecuación, reciclaje y obra nueva. El continuo espacial emergente de esta diversidad tipológica alcanza el mirador y se extiende hasta la terraza accesible.
El edificio está asignado por la inevitable necesidad de construir con pocos recursos, logrado esto con la recuperación y adecuación de partes de la estructura (casa chorizo) y fundaciones (quiosco de la esquina), con un renuncio explícito a todo detalle determinación.
El edificio es -por sobre todo-la contestación meditada ante una expectativa de inexorable transformación del barrio. Afortunadamente, pudo ser una respuesta especulativa de arquitectura “determinada” ante un programa inicialmente “indeterminado”.
Arquitectura compatible con los potenciales bares, jardines de infantes, viveros de plantas, casas de antigüedades, emisoras de radio, etc.
Arquitectura que es posible si se piensa que la forma sigue el contexto más que a la función. Arquitectura pública que nos sirve a una puesta en valor del contenido y del tiempo de la ciudad. De su tiempo y su evolución sin regresión histórica.
JH y ER
Bibliografía
- Bar El Taller, Buenos Aires. Summa, no. 221/222, ene.-feb. 1986, Págs. 46 y 47.