Complejo Coconor
1988
Cultura
AUTORES
- Arq. Jorge Aslan
- Arq. Alejandro Madero
- Arq. Lorenzo Gigli
- Arq. Marta Aslan de Gigli
- Arq. Oscar Carattini
- Arq. Horacio Anglietta
MEMORIA
El río a escena.
El Río de la Plata, el río más ancho del mundo, el río que desde la historia lo trae todo y también se lo lleva todo es el protagonista anónimo, voluntariamente ignorado, de esta ciudad ribereña. Sin embargo, como ninguna otra ciudad, crecimos dándole la espalda, no lo hicimos nuestro, no lo asumimos en nuestra vida de todos los días, excepto para utilizarlo o dañarlo. Llegamos a la costa y decimos: “Ése es el río, él está allí, nosotros estamos aquí”. No nos pertenece, no nos interesa. Simplemente está. Por eso nuestra preocupación se centró en plantear una actitud distinta y nueva frente al río. Penetrarlo, tenerlo alrededor, sentirlo cercano, amable, conocido. Vivir su riqueza con un compañero de juego necesario, indispensable. Juntarlo con el sol y disfrutarlo en compañía de otros. Convertir un poco el río en un amigo cotidiano.
Intentamos cambiar la tradición del distanciamiento-aún y asumiendo lo polémico de la concesión Por un proceso de acercamiento, buscando entrar en el río que pasa como frontera de la ciudad, totalmente ajeno al devenir de esta, sin integrarse ni modificar nada. Quisimos meternos dentro de un río pasajero, obligándolo actuar en nosotros desde la cercanía, usando los muy secreto nadie como tentáculos, prolongaciones palafíticas en una dinámica de identidad-separación de la trama urbana-, crecimiento y búsqueda expansiva.
Intentamos cambiar la tradición contemplativa por una de actividad. Cambiar el hombre minando el agua desde lejos, amparado por el muro donde apoya quizá la caña de pescar con un débil remedo de lazo, por la participación estimulando el movimiento, el juego del cuerpo en la natación, en las corridas. Propusimos las piscinas y los recorridos aeróbicos. Dentro del agua con una idea de simbiosis río-piscinas enmarcadas por los muelles y la pared penetrantes, focalizadas hacia el horizonte.
Intentamos cambiar la tradición de usos, ampliando las posibilidades como un lugar de encuentro en intercambio cultural, cubierto, atemporal e intemporal -pirámide/protección-. Intentamos cambiar la sensación de inmensidad, el gran cielo, el gran río abierto hacia todo el horizonte, y quisimos dar una dimensión más a la medida humana de las cosas, reforzando el acotamiento del espacio con torres -hitos referenciales- en un ritmo que simultáneamente unifica.
Intentamos redundar en la profusión gastronómica ampliando el lineal recorrido de los institucionalizados carritos con un patio-ensanche peatonal-invitando a acceder a otra versión nueva de lo mismo.
Intentamos modificar la forma habitual de observar los objetos arquitectónicos y el paisaje, reemplazando el “vamos a mirar” desde un lugar único, absoluto y quieto, por la observación múltiple, esencialmente dinámica, que precisa cambiar y moverse para ver desde ángulos y alturas diversas, desde adentro y desde afuera, desde arriba y de abajo.
Intentamos recuperar el clima festivo, borrando la solemnidad, la individualidad del que mira, por la interacción a que obliga a la reunión de grupo de distinta composición, propósito, edad o condición, pero unificados por el ámbito propicio el juego, a la diversión, al deporte.
Aslan y Ezcurra Asociados Arquitectos.
Bibliografía
- Costa Salguero. Summa, no. 269, ene. 1990.