Ex-Mercado de Abasto Proveedor
1931 - 1934
Comercial
AUTORES
- Ing. José Luis Delpini
- Ing. Raúl Bes
- Arq. Victorio Sulcic
MEMORIA
El nuevo edificio del Mercado del Abasto se proyectó para ocupar toda la manzana en la que funcionaba el mercado viejo aunque, finalmente, solo se construyeron las dos primeras secciones del proyecto sobre Corrientes, quedando parte de las primitivas construcciones de 1890 y la ampliación de 1907 que actualmente han sido, lamentablemente, desarmadas.
La instalación del mercado se remonta a fines de 1880 en terrenos de la quinta de Nogueras que era una zona, entre la plaza Miserere y el barrio de Almagro, poco poblada, con extensas quintas y plantaciones de verduras y frutales.
El Ingeniero Pellegrini proyectó el loteo trazando Jean Jaurés, Anchorena y Agüero, en sentido norte sur, y Guardia Vieja-Carlos Gardel, en sentido este oeste.
En 1875 la sociedad Devoto Hnos. Compró parte del loteo donde construiría un mercado para reubicar a los puesteros del Mercado Modelo próximo a demolerse por la apertura de la Av. de Mayo.
En 1889 la municipalidad, dada la necesidad de abastecimiento de la ciudad, otorgó la concesión para establecimiento y explotación de un mercado que: “...sólo servirá para la venta al por mayor de las verduras y frutas y demás artículos de abasto, con exclusión de la carne, de cualquier clase que sea, y las diversas clases de embutidos.”
La construcción, sobre proyecto de los arquitectos-ingenieros A. y D. Taglione, comenzó en 1890 inaugurándose en 1893, siendo monumental y grandiosa para el entorno existente. Desde el principio se planteó la importancia de la imagen arquitectónica tanto como símbolo que expresara el prestigio y poder de una empresa como por su impacto y función urbana, estando presente tanto en el Viejo Mercado -de hierro- como en el Nuevo Mercado -de hormigón-.
El planteo fue en base a dos calles principales, coincidentes con los puntos medios del terreno, y cuatro calles secundarias organizando doce naves paralelas. Las calles, cubiertas y adoquinadas, armaban la red de tránsito interno con el acceso por Corrientes.
Quedaron dos espacios abiertos, sobre Lavalle y Corrientes, utilizados como playones de estacionamiento. Fue totalmente construido en hierro, con piezas de los talleres Vasena, con techo a dos aguas en tres niveles diferentes: la mayor altura para las calles principales rematando en los accesos, luego las naves y los mas bajos para las calles secundarias.
Nacían así en un sector de la ciudad, antes despoblado, el que el mito porteño conoce como “Viejo Abasto” que sería el centro a partir del cual se desarrollaría la compleja trama cultural que daría nombre al barrio. A partir de 1915 se empieza a estudiar la posibilidad de reemplazar y, al mismo tiempo, ampliar el viejo mercado construyendo sobre la calle Corrientes.
A fines de 1921 se decide encarar esta obra por etapas a fin de no paralizar la actividad, llamando a concurso de proyectos cuyo primer premio ganan los arquitectos Guilbert y Gantner. Se supone que este nunca se construyó porque la imagen formal, recurrente preocupación de los propietarios del mercado, no cuadraba con lo esperado por ellos ya que varios años después al conocer al joven Ing. Delpini le encargan el proyecto. Por otro lado, la indefinición durante años de las cotas del trazado del subterráneo Lacroze demoró los planes de ampliación del edificio, al estar prevista una conexión en el subsuelo para el abastecimiento.
En 1931 se comienza la obra, con cuatro plantas de superficies equivalentes. Son 5 naves cubiertas con bóvedas casetonadas, la central coincidente con el eje es de mayor tamaño y de cañón corrido; las otras cuatro, 2 a cada lado, son de crucería y hacia las esquinas losas planas de menor altura. Todas las estructuras fueron hechas de hormigón armado in-situ y las cubiertas, abovedadas y nervuradas, de hormigón visto resolviendo los espacios entre nervios con glass beton, que permitió una muy buena iluminación. Toda la propuesta estructural se ejecutó con gran calidad constructiva y de diseño, con un resultado formal muy fuerte y de avanzada para la época.
También se incorporaron al edificio elementos de confort como: escaleras mecánicas, conectando la planta baja al primer piso; un sistema electromecánico de apertura de los grandes ventanales de la fachada, que permitía graduar la ventilación.
Al inaugurarse el Mercado Central, en la década del 70, debían cerrarse todos los mercados de abasto que funcionaban en la ciudad -aproximadamente 30-. Comienza así una negociación entre la Sociedad Mercado de Abasto Proveedor y el Estado; donde la primera planteaba que la concesión original era de por vida, y el gobierno que sería por 99 años que, de todas formas, no se habían cumplido. Por estas razones se llega a un acuerdo firmándose un convenio en 1984, en el cual los propietarios renuncian a acciones legales y la municipalidad da normas especiales para las manzanas comprendidas entre las calles Anchorena, Lavalle, Guardia Vieja, Agüero y Corrientes, propiedad del Mercado.
Empresas contructoras: Empresa Argentina de Cemento Armado H.A.; Arrienti y Maisterra construc.
1er. premio fachada 1937 por la MCBA.
Bibliografía
- Buenos Aires: Balvanera 1817-1970 por Aslan, Liliana; Joselevich, Irene; Novoa, Graciela; Saiegh, Diana; Santaló, Alicia. Buenos Aires : el autor, 1992. ISBN: 950-43-5162-X.