MODERNA BUENOS AIRES
un programa

Edificio CAFSPI – Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social

1974 - 1981

Oficinas

UBICACIÓN

Av. L.N. Alem 650

San Nicolás

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MEMORIA

Inicialmente proyectado como sede de Cafspi (Caja de Ayuda y Subsidio para Familiares del personal de la Industria), producto de un concurso público nacional realizado en el año 1974, el edificio premiado de los autores Manteola, Sánchéz Gómez, Santos, Solsona y Viñoly (M/SG/S/S/V), asociados con los arquitectos Carlos Sallaberry, Felipe Tarsitano y el estudio Gerardo Sabatiello con Carlos Terzoni.

Los arquitectos ganadores del concurso fueron premiados por la Municipalidad de Buenos Aires con un diploma de honor en noviembre de 1982.

La dirección de obra fue llevada a cabo por el Comando de Ingenieros del Ejército Argentino. La construcción estuvo a cargo de Petersen-Thiele y Cruz S.A. junto con SITRA S.A.

Memoria descriptiva: "Las pautas que orientaron el diseño -resultado de un concurso de anteproyectos realizado en 1974- surgen de un riguroso análisis del programa suministrado por el comitente, que condicionó en gran medida la imagen resultante. Este estudio revelaba una clara diferenciación de sectores según los usos, ya que no se requería un edificio ordinario para oficinas, sino un complejo en el cual ciertos elementos se destacasen netamente, tanto por su funcionamiento (esporádico o masivo en horarios particulares), como por sus circulaciones (controladas, de público general y jerárquicas).

Para la solución del edificio se optó por una torre sin basamento que permite una gran transparencia entre la calle 25 de Mayo y la Avenida Leandro N. Alem, así como un total reconocimiento del volumen.

La planta de 525 m2 de superficie incluye un núcleo con tres polos claramente diferenciados: un subnúcleo de servicios compuesto por montacargas, escalera y office; un tramo central que consta de batería de ascensores, baños y vestuarios para personal (estos se agrupan por detrás del pasadiizo recibiendo, de esta manera, luz y ventilación natural), y un subnúcleo, dotado de ascensor y baños privados, destinado a directivos, así como de un palier cerrado en los pisos convenientes. Este núcleo se recuesta sobre la cara oeste para evitar deslumbramiento y cargas térmicas excesivas. La luz natural se introduce por todos los frentes vidriados, logrando una regular distribución en toda la planta. En esta, las columnas interiores de sección circular permiten resolver favorablemente los diferentes ángulos que resultan de su perímetro, sumamente irregular.

El tercer y el segundo subsuelos están ocupados por las cocheras y en el primero se agrupan los archivos, talleres y consultorios para público. Entre los pisos 2 a 12 se han distribuido las oficinas generales, y en el 1º se halla el directorio. En el 14 se encuentran la cocina, el comedor de directivos y la biblioteca y en el 15, el comedor general y una pequeña guardería infantil. El foyer y el auditorio se ubican en los pisos 16 y 17, capitalizando el primero las mejores vistas.

El edificio se resuelve como un envase compuesto por cien módulos horizontales de 0,70m de alto, unos realizados con bandejas de chapa moldeada de aluminio anodizado natural, con un alma rígida de espuma de poliuretano inyectado; los otros de cristal colocado a tope y en el mismo plano que los anteriores, estudiados cuidadosamente para obtener una película integral, solo abierta donde la superficie de la planta excedía su rendimiento. Esta solución de formas sólidas de cristal, que liberan la estructura resistente, permite lograr una imagen de fuerte impacto expresando a la vez las actividades del edificio como, por ejemplo, su remate, caracterizándolo desde un entorno sumamente amplio.

En la planta baja se ha ubicado un zócalo de placas de granito gris claro -intercalado con el aluminio sin que interrumpa la continuidad del envase- así como también las rejas de los baños, que se han ejecutado componiendo perfiles de extrusión de aluminio idénticos a las bandejas. Esta parrilla se enrasa con estas, formando parte integral de la piel del edificio. El hall de acceso tiene una particular concepción: sus caras interiores, que coinciden perfectamente con los paramentos de la torre, se han resuelto como la misma fachada en su "otra cara". Este juego "positivo-negativo" se logra mediante la utilización del mismo lenguaje exterior.

La continuidad de la Recova se ha garantizado mediante una pérgola de acero y cristal, que se diferencia netamente de la torre y permite a esta tomar contacto limpiamente con el suelo."

Plantea la tipología en torre liberada entre medianeras, lo que genera con la barranca del suelo urbano un pasaje peatonal en desnivel que une la avenida Alem con su paralela superior, la calle 25 de Mayo, metros arriba. Es decir, la planta baja en desnivel posee pasajes con escalinatas “públicas” a ambos lados de la torre. Actualmente y por necesidades programáticas sólo un lado se encuentra abierto al paso de los peatones, aunque su cercanía con el acceso vehicular a las cocheras lo aleja de la imagen de calle transversal, el cruce es posible.

Despegándose de los bordes del lote, el edificio genera una medianera interna, o núcleo duro, como se ve en las plantas, hacia el lado norte, que organiza todos sus servicios y circulaciones verticales, con ventilación e iluminación a un borde de baños y mini-cocinas, permitiendo así liberar el resto de la superficie de planta para dar múltiples posibilidades de armado de los espacios de trabajo y reunión, entre gruesos pilotes que dan cuenta de un estructura de orden jerárquico y superior, que todo lo sostiene.

Esta libertad en planta alcanza a transfigurarse en un despliegue formal-espacial que incluye los vaciamientos u horadaciones a la caja prismática, y que dan lugar a la variación y acentuación de las partes que componen al todo arquitectónico: la estructura, el cerramiento que pliega libremente en diagonal, jugando un espacio interno del prisma edilicio hacia el paisaje urbano.

Esta operación, verificable también en dobles alturas internas entre pisos de oficinas, matiza y fluye “rompe” un cánon del deber ser de las cosas, y traduce, a mi entender, este cuestionamiento a la subjetivación perceptiva de los usuarios o visitantes. Mostrar de qué se está hecho, y cómo puede variarse.

Por cuestiones de metraje útil, los vacíos interiores originales del proyecto han sido cubiertos con entrepisos livianos que permiten mayor ocupación. En cuanto a los accesos peatonales, y recomposición urbana de la recova, también pone de manifiesto que al retirarse de la línea construible,  deja el vacío urbano que baña de luz la cubierta traslúcida que continúa el paseo porticado, nuevamente  diferente, de la tradicional recova del bajo porteño.

El ingreso de planta baja en doble altura, y sus variaciones espaciales y conexión en puente con la calle 25 de Mayo, son una buena imagen de lo que nos aguarda encontrar en el remate: Un amplio foyer en el piso 16 con salida a una terraza elevada balconeando la barranca al río, bajo el techo del abdomen curvo del auditorio, cuya impronta elevada se deja ver desde el suelo de la calle. Su forma diagonal se expresa como parte del repertorio compositivo de la obra al exterior, para concluir arriba con dos pisos técnicos que recomponen el prisma y dan cierre al fuste y sus variaciones a lo largo en el desarrollo vertical. 

Ha surgido, en el uso y en el tiempo, la necesidad de conectar con puentes aéreos a la torre con su vecino edificio de Alem 638, ambos sedes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación; dado que ahora el programa de ambos edificios (y del sub-contiguo Alem 628) son el mismo, y evitar el constante descenso a la calle y vuelta a entrar al edificio vecino. Esta operación de conexión, resuelta desde la Dirección de Infraestructura del Ministerio, de la que actualmente formo parte, nos presenta ya una segunda etapa en la vida útil de esta torre, que es la de su conexión horizontal-aérea con tres puentes en los pisos  4to, 9eno y piso 13, que habilitan el paso.

Presenta una imagen que altera ya el discurso original del volumen exento y el vacío urbano, para presentar entonces a la ciudad un discurso de hilvanar las partes, conectar, como los característicos cables que surcan el aire uniendo los diferentes edificios, y permitiendo asentir que ya la singularidad de esta arquitectura está asimilada al discurso de la ciudad, y por tanto se relaciona con el tejido adyacente, formando ciudad con un nuevo discurso de componer las partes, la preexistencia con lo moderno, dando lugar a una nueva modernidad: el paisaje funcional.

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